Qué ver en Marrakech en dos días

La fascinante “Ciudad Roja” lo primero que llama la atención es el aeropuerto, muy reformado y una terminal de una estructura muy moderna la cual no puedes dejar de mirar mientras esperamos el control de pasaportes.

Una vez ya salimos del aeropuerto vemos que se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad, donde observamos lo caótico y divertido de su tráfico, una ciudad muy activa.

Comenzamos nuestra andadura por Marrakech, una ciudad con muchísima actividad a cualquier hora.

Comenzamos desde la Torre de La Koutoubia.

Es el minarete símbolo y referencia de la ciudad, edificado en el siglo XII, este sirvió como modelo para la construcción de la Giralda de Sevilla, por lo tanto se dice que la Giralda es su hermana gemela, rodeada de unos jardines cada día más cuidados, como la Plaza Jeema el Fna la más carismática de todo Marruecos.

En el extremo norte del Barrio Judío, encontraras el Palacio de La Bahía, obra lujosa de los arquitectos contratados por dos grandes visires del siglo XX.

Su fachada, patios y jardines te cautivaran.

También históricas son las Tumbas Saadies, un mausoleo del siglo XVI descubiertas en el siglo XX, son muchas cosas que admirar en la ciudad, la magnífica Madrassa de Ben Youssef, es de los más bellos ejemplos de arte y arquitectura de Marruecos.

Los jardines de Majorelle, representan un espacio botánico muy atractivo en la ciudad de Marrakech.

Creados en 1924 bajo el diseño del artista francés Jacques Majorelle, en un primer momento funcionaron como propiedad privada del pintor para abrirse al público en 1947 y una gran diversión, perderse por su laberintico zoco, donde encontraras desde especias a toda artesanía marroquí.

Listado de lugares y monumentos en Marrakech

  • Plaza Jeema Fna
  • El zoco
  • Jardines Majorelle
  • Mezquita de la Koutoubia
  • Palacio de la Bahía
  • Tumbas Saadies
  • Jardines de Menara
  • Madrassa Ben Youssef

¿Dónde alojarte en Marruecos?

Los Riads son los alojamientos típicos de Marruecos. Los riads son casas tradicionales con patio en medio y habitaciones alrededor de éste.

Suelen tener varias plantas y una terraza en la azotea, en la que encontraréis sillas, mesas, sofás y otras comodidades.

Es habitual que los desayunos se sirvan en esta terraza.

En los riads cada habitación es distinta y seguro que, cuando empecéis a buscar habitaciones, querréis probar varias diferentes en cada Riad.

No es extraño que los riads tengan piscina en el patio y los más lujosos pueden llegar a tener jacuzzi en la azotea.

Alojarse en un Riad es sentirse como en un cuento, es una experiencia magnífica que no debería perderse ningún viajero a Marrakech.

El único problema (o ventaja, dependiendo de para quien) es que están situados dentro de la Medina.

Los grandes hoteles se encuentran en la parte nueva y rica de la ciudad, es decir, fuera de la medina y a lo largo de las grandes avenidas Mohamed V y Mohamed VI.

Son hoteles occidentales donde la sensación no será la de un Riad, pero constituyen una buena alternativa para aquellos que prefieran alojarse en un hotel más tradicional o estar alejados fuera de la medina.

 

 

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